El codo, a diferencia del hombro, es una articulación inherentemente estable. Está conformado por la unión de 3 huesos: el húmero (brazo) más el cúbito y radio del antebrazo.

Además de los huesos existen ligamentos, tendones y músculos que aportan a que sea más improbable que se luxe, es decir, pierdan contacto las estructuras anteriormente descritas.

La inestabilidad acontece cuando, generalmente por un trauma agudo, se pierde esta relación, lesionando estructuras importantes.

Existen muchas combinaciones en cuanto a los tipos de lesiones que pueden presentarse, y por lo tanto, distintas formas de aproximarse al diagnóstico y tratamiento según corresponda. Sin embargo, cuando estos episodios ocurren de manera repetitiva configuran el cuadro de inestabilidad crónica.

Como episodio inicial generalmente está asociado una luxación, que llamaremos simple cuando no está asociado a fractura y compleja cuando sí la presenta.

Dentro de los fracturas que pueden aportar a la inestabilidad tenemos:

Fractura de olecranon

Fractura de coronoides

Fractura de cúpula radial

Fractura de capitelum

Síntomas

Dolor de codo.
Rigidez de codo, o pérdida de movilidad.
Sensación de luxación o facilidad para luxar el codo.

Estudio

El primer estudio es el examen físico que realiza el doctor, donde busca síntomas y signos que indiquen inestabilidad.
La radiografía es el primer examen en donde se evalúa la anatomía normal y hallazgos iniciales de las lesiones secundarias a las luxaciones.
La RNM es de utilidad para evaluar los ligamentos dañados y el cartílago articular.
El TAC ayuda a visualizar de mejor forma el daño óseo asociado, ayudando en la decisión terapéutica, y nos da un aspecto tridimensional de las lesiones óseas, por lo que ayuda en la planificación de una cirugía.

Tratamiento

Como primera opción la primera forma de tratamiento es de manera ortopédica, es decir, sin cirugía, hablando de luxaciones simples.
El codo tiene el principal problema que es la facilidad para ponerse rígido, perdiendo el arco de movilidad completo, por lo tanto, la inmovilización y rehabilitación debe ser juiciosa, dando tiempo para un adecuado proceso de reparación de los tejidos, pero también lograr avanzar en el movimiento de la articulación.

Dependiendo de las lesiones asociadas puede ser de resorte quirúrgico inicialmente cuando existen ciertas fracturas, en donde podemos usar desde reducción y fijación con tornillos, placas, fijadores externos, injertos, anclas o prótesis según sea el caso.
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En este tema puede realizarse de 2 formas:

Artroscopia: se realiza a través de incisiones pequeñas en la piel, donde mediante pequeñas cámaras e instrumental se visualiza y repara las estructuras internas del hombro.

Cirugía abierta: mediante incisión formal se llega a los huesos o estructuras lesionadas, es la más frecuentemente usada.

La decisión entre una u otra tiene que ver con la gravedad de las lesiones y la decisión entre el paciente y cirujano.